Reconozco que tengo un temperamento muy explosivo y cuando me llega mi límite grito mucho. Entiendo que no es bueno gritar pero me desespero mucho cuando me preguntan más de 5 veces lo mismo. Al  principio claro que le contesto calmado y educado pero después de la quinta vez me enojo y grito. Mi novia dice que por mi culpa no podremos nunca tener una relación sólida ni nos podemos casar porque ella no tolera mis gritos y ocupo ayuda.

Becky responde

Entiendo la frustración que tu novia siente al lidiar con tus momentos explosivos, ya que los gritos suelen incrementar la tensión y no contribuyen positivamente a la relación. Reconocer y controlar este comportamiento podría ser clave para mejorar la situación.

Me gustaría explorar una perspectiva diferente. ¿Te has preguntado por qué las personas llegan al punto de gritar? A menudo, el grito surge cuando alguien siente que su voz no está siendo escuchada  a pesar de que están en el mismo lugar ya que se ha creado una barrera de comunicación y un distanciamiento en la relación. Es crucial reconocer que los gritos pueden ser una respuesta a sentirse ignorado, especialmente después de haber expresado algo varias veces.

Sin embargo, también es importante señalar que ambos tienen su parte de responsabilidad en la dinámica de la relación en cuanto a los gritos. Identificar y comprender que cada uno es responsable de sus reacciones y de las provocaciones es fundamental para resolver los conflictos. Por ejemplo, si ella también provoca de manera pasiva y sutil, es necesario que ella reconozca que si la respuesta que le has dado no le satisface en lugar de volver a insistir con la misma pregunta debería de ser más clara y explicarte por que siente que no le has contestado lo que ella pregunta.

La clave radica en que ambos tengan el valor para reconocer sus propias acciones, palabras y reacciones. Echarle la culpa a la pareja puede ser una salida fácil, pero asumir la responsabilidad personal es esencial para el crecimiento y la resolución de conflictos en una relación.