Cuando uno aprende a hacer paz con su pasado puede soltar los sentimientos que perturban sus memorias incómodas.
La vergüenza y la culpa son sentimientos que causan, dolor, incomodidad y estrés. Son sentimientos reales que deben de ser escuchados y reconocidos de lo contrario pueden causar problemas más severos de los que causaron en el momento que sucedieron.
Para tener una vida plena y poder disfrutar las relaciones, el trabajo y todo lo que llega, es importante hablar de todas aquellas cuestiones que lastiman, son incómodas o causan sentimientos de culpa, incomodidad, miedo o vergüenza.
No existen caminos fáciles, ni arreglos rápidos para poder liberarse de la culpa y de la vergüenza. Para sanar uno se tiene que hacer responsable de su historia. Es necesario aprender a aceptar y amar aun con las fallas o malas elecciones.
Sentir amor por uno mismo, sin pena ni culpa, conlleva a percibir un mundo noble y más hospitalario y sobre todo más amable.
El tema de la culpa y la vergüenza es complicado porque por un lado se habla de sentimientos conocidos pero ignorados por todos. En realidad, somos expertos en cubrir aquello que nos avergüenza, nos duele o nos hace sentir culpables.
Tristemente entre menos se habla de aquello que provoca pena más crece el dolor. La única forma de sanar es hablar de todo aquello que interfiere con la paz emocional, es decir hay que hablar de lo que da vergüenza, culpa o causa dolor.
Es un mito creer que la vergüenza es un sentimiento causado por traumas severos y por grandes tragedias, este sentimiento es común, es natural y todos lo sienten.
La vergüenza encoge y empequeñece al alma. Calla y adormece a los deseos de lucha y superación. Por si fuera poco, nubla la visión impidiendo sentir empatía y amor por uno mismo y por los demás.
La culpa, otro sentimiento sombrío, distinto de la vergüenza. La culpa, se refiere a los comportamientos que se hizo y crean conflicto, no al sentimiento personal.
Vivir con culpa y vergüenza es vivir en el pasado atormentándose continuamente por aquello que ya sucedió o que posiblemente sea difícil cambiar.
La vergüenza es un sentimiento normal, no hay que negar. Es un sentimiento humano y natural, las únicas personas que no pueden sentir culpa ni vergüenza son aquellas que están realmente enfermas o tienen sus sentimientos atrofiados.
Solo en el momento que se tiene el valor para aceptar, sin juzgar a los eventos y las acciones que provocaron al miedo, pena, culpa uno se puede liberar del calabozo emocional ya que la tortura pierde su fuerza y el control sobre la persona.
Es incómodo y hasta peligroso para algunos exponerse sin filtros ante el mundo y enseñar las partes vulnerables e incómodas que se procuran ocultar con tanto cuidado. Hablar de sentimientos íntimos debe de ser un privilegio que se gana por medio del amor y la comprensión sincera. No todo el mundo sabe escuchar.
La receta
Liberando la vergüenza
Ingredientes:
- Aceptación – reconocer los hechos, las situaciones y los aspectos dolorosos
- Valor – fortaleza para confrontar con uno mismo la incomodidad
- Confianza– esperanza a un futuro libre y sano
- Perdón – compasión para poder reparar, sanar y soltar el dolor
- Humildad – aceptar las emociones y reconocer que estas nos hacen humanos
Afirmación personal para soltar la vergüenza:
Estoy consciente de las cuestiones que me provocan incomodidad, vergüenza o culpa. Reconozco mis sentimientos y los valido. Busco personas en las que pueda confiar para desahogar mis penas y poder sanar. La vergüenza y el dolor son cuestiones naturales y universales, no son castigos que se deben de guardar. Libero mis pensamientos. Vivo en paz y busco la armonía con las personas que me rodean.
Como liberar la culpa y la vergüenza:
1. Las emociones que no se reconocen y se controlan termina por controlar a uno. Solo cuando uno puede aceptar y reparar o vivir en paz con lo que causa dolor puede soltar la carga que siente en su corazón.
2. Entre más rápido se aceptan y trabajan los sentimientos que causan pena y vergüenza menos daño causan. Lo que no se trabaja se pudre y contamina al alma. Entre más tiempo se guarden los sentimientos más tiempo se sufre y más se dañan las relaciones personales.
3. Solo se puede vivir en presente cuando uno está dispuesto a dejar ir el pasado. La culpa y la vergüenza encapsulan al pasado, desconectan a la persona de la nueva realidad y le impiden tener una vida plena.
Liberarse de lo que lastima y tener diálogos sinceros con uno mismo puede cambiar la calidad de vida, el tipo de relaciones y hasta la forma como se percibe el trabajo.
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