Darse el permiso de sentirse triste promueve el proceso para aceptar la realidad por más dura que sea.
El problema de la tristeza no es tanto el dolor causa cuando uno se siente triste, el problema radica en la angustia que se crea por no poder ser feliz. La sociedad ha impuesto un precio muy alto para conseguir la felicidad, y al mismo tiempo ha devaluado el valor que tiene la tristeza.
La gente quiere ser feliz y está dispuesta a pagar cualquier precio para obtenerla.
La búsqueda de la felicidad se ha convertido en una jornada y en una industria millonaria para conseguirla, mientras que la tristeza se ha dogmatizado, se le teme tanto que se le procura evitar al costo que sea.
Estar triste o no sentir alegría no es, ni debería de ser un pecado. Claro que tampoco es una buena manera de vivir. Hay que vivir con alegría sin estar enfocados a querer ser felices. Tampoco hay que tener miedo a sentir tristeza.
A pesar de que la tristeza no es un sentimiento grato, es un sentimiento natural, y necesario. Permite que las personas que se sienten tristes puedan valorar, fortalecerse y finalmente adaptarse a la nueva realidad.
La tristeza puede surgir desde la pérdida de una pequeñez que a simple vista pudiera ser insignificante hasta el dolor que causa el duelo por la muerte, el abandono y hasta la pérdida de un trabajo o la salud.
La tristeza cuando no sobrepasa los límites de la salud mental crea suficiente resistencia emocional que fortalece y evita las caídas ante la adversidad. Ayuda a que las personas se sientan firmes para resistir los cambios repentinos, ayuda a resistir los momentos inciertos y dolorosos y ofrece nuevas alternativas para aprender a sobrevivir. Más aún otorga razones para vivir en plenitud y volver a encontrar el equilibrio y sentir alegría para vivir.
La tristeza al igual que la alegría son estados emocionales que ayudan a reconocer los sentimientos internos, redirige la atención y transforman la dirección que cada persona puede tomar.
Desde luego que la felicidad y la alegría son estados emocionales placenteros, positivos, creativos que nutren al alma y motivan a disfrutar de la vida. Sin embargo la tristeza, a pesar de ser dolorosa, también es útil. Este es este sentimiento que permite y facilita la reflexión sincera, permite que la persona se sienta vulnerable y por lo tanto encuentre razones para adaptarse a su nueva realidad aun cuando esta le lastime, cause incomodidad o despierte dolor.
Razones por las que la tristeza es útil y necesaria:
Recuerda el valor de las personas y cuestiones que son importantes.
La reflexión que se da a partir del dolor es necesaria para ayudar a cicatrizar la pena.
Motiva a buscar soluciones y a salir de una situación incómoda.
Ayuda a superar la pérdida, las desilusiones o los fracasos.
Fomenta el apoyo social y los rituales colectivos que ayudan a sanar.
La receta
El Valor de la tristeza
Ingredientes:
- Valor – Fortaleza para resistir y superar el dolor
- Reflexión – introspección persona para calibrar los valores
- Sensibilidad – poder para entender el sufrimiento propio y de los demás
- Resiliencia – flexibilidad para levantarse ante la adversidad y los problemas
- Vulnerabilidad – fragilidad, humildad y honestidad del corazón
Afirmación personal para fluir a pesar de la tristeza
Resisto sin temor en los momentos de tristeza de mi vida. Sentir dolor es natural y necesario para poder sanar. La tristeza no es símbolo de debilidad, simplemente es una forma de reaccionar ante la pérdida, el dolor o la decepción. A pesar de que la tristeza parece que me va a romper, en realidad me da la fortaleza para levantarme y encontrar una nueva razón para volver a sonreír. La tristeza me ayuda a reflexionar, y me hace crecer.
Como sacar lo mejor de la tristeza:
Para entender y reconstruir la perdida hay que sentir tristeza y dejarla ser. Aceptar el dolor permite aprender a resistir y fomenta encontrar nuevas razones para adaptarse a la nueva realidad.
Llorar y estar triste es otra forma de poder sentir y de vivir en plenitud. Estar feliz te puede desconectar de la realidad de los otros impidiendo que se genere una conexión sincera y real.
La tristeza se reafirma con el mundo interno de la persona que sufre. La tristeza es un estado interno personal que no requiere compañía, no se tiene que compartir y tampoco se le tiene que temer.
La persona valiente se da permiso para estar triste y después poder resurgir.Prohibida su reproducción total o parcial sin el permiso escrito del editor y sin citar la fuente. Copyright © 2005-2022 Recetas para la vida© Todos los Derechos Reservados
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