He tratado de dejar de ser así, pero la verdad es que no puedo cambiar, haga lo que haga, siempre regreso a ser como soy. Muy amargada.
Cambiar la personalidad que ya tienes muy arraigada es muy difícil (no es imposible). Quizá sea más fácil cuando aceptes que tu naturaleza tiende a sentir amargura, tristeza o a no ser una persona feliz.
Esto no quiere decir que, porque reconoces como eres, tienes licencia para nunca cambiar. Al contrario, lo único que quiere decir es que ya te conoces y que tienes ahora la responsabilidad y la conciencia que debes de enfocar en encontrar las cosas buenas y positivas que te rodean, una visión que no se te da naturalmente.
Deja de pensar en cómo te gustaría ser o lo que no deseas ser. Empieza tu día agradeciendo y busca personas que ocupen ayuda y ayúdales. Trata de pensar en otras cosas y otras personas que no sean tú misma. Encuentra valor a tu vida y a tus acciones.
El sentimiento de satisfacción por haber ayudado a alguien. Esto te va a ayudar a que te dejes de sentirte mal por ti y te va a permitir sentir satisfacción por haber hecho algo bueno por otra persona que un fuiste tu misma.
No ocupas que te quieran para que te sientas bien, solo es necesario sentirte útil y que puedes ayudar para que tu carácter se endulce y te sientas mejor de ti misma
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