Redescubre tu significado sin egocentrismo ni arrogancia.
Cuando finalmente una persona dice “ya basta, no puedo más” y reconoce que ha hecho todo lo posible por mejorar el conflicto sin éxito, es el momento de poner fin al maltrato. La persona lastimada siente que no puede cargar más con el sufrimiento y su dolor se vuelve intolerable. A pesar de haber hablado, intentado establecer límites más saludables y ofrecido disculpas innecesarias, nada ha funcionado. No se ha logrado un cambio ni una reconciliación. Entonces, es necesario tener la fortaleza y el amor propio para decir: “Es hora de dejar de sufrir por personas que me lastiman. Ya no me voy a someter ni permitiré que me maltraten. Soy una persona con valor y dignidad.”
Cuando la persona maltratada llega a su punto límite, tiene dos opciones: romperse y perderse para siempre o encontrar el valor para soltar el dolor y aceptar que, en este momento, no hay posibilidad de tener una relación sana. La única relación importante que debe cuidar es la relación consigo misma.
Decir “ya no dejo que me lastimen” es un acto de valor difícil pero necesario para cuidar la salud mental y el amor propio.
Tener una buena relación con uno mismo significa cuidar del amor propio. Esto implica valorarse y aceptarse, comprender los propios sentimientos y aceptar sin juzgar las fortalezas y debilidades. Es un estado de aprecio por uno mismo que se nutre a partir de acciones que apoyan el crecimiento físico, psicológico y espiritual.
El amor propio no es narcisismo ni egoísmo, y mucho menos una enfermedad. Amarse a uno mismo es reconocer que nadie tiene el derecho de lastimar, humillar, burlarse o hacer sentir mal a otra persona. Existen muchas formas de expresar desacuerdos sin caer en el abuso y el maltrato.
El amor propio se refiere a tener confianza en la capacidad propia de pensar y tomar decisiones efectivas que promuevan el bienestar personal y, si es posible, el de los demás. Es esencial para el bienestar y la salud emocional. Cuando se cultiva de manera equilibrada, mejora notablemente la vida y las relaciones sin caer en el egoísmo o el narcisismo. Es un proceso continuo de autodescubrimiento y autovaloración que permite vivir de manera más plena y auténtica.
Tener amor propio es vivir con integridad personal, lo que significa tener coherencia con los valores y principios que uno considera importantes y está dispuesto a defender.
Cuidar la autoestima implica tener la disposición para experimentarse a sí mismo como una persona competente, capaz de afrontar los desafíos básicos de la vida y con la dignidad de ser feliz y respetarse. Esta disposición fortalece la capacidad de reconocer el propio valor y promueve mantener relaciones saludables y equilibradas.
La receta
Amor Propio
Ingredientes:
- Respeto – aceptación digna e incondicional de uno mismo, sin importar ni justificar ante nadie.
- Conciencia -identificar y desafiar pensamientos negativos, reemplazarlos ideas más realistas
- Autocompasión -tener con amabilidad y comprensión, aun en momentos de fracaso o dificultad.
- Asertividad -expresar las necesidades y deseos respetuosamente, sin agredir ni someterse.
- Integridad – vivir de acuerdo los principios personales y ser fieles a uno mismo.
Afirmación personal para cuidar mi autoestima
Me quiero y me respeto, reconociendo que soy una persona valiosa. Vivo con integridad, sin comprometer mis principios ni someterme a las ideas o caprichos de otros. Acepto mis fortalezas y debilidades sin ocultarlas, y sin sentir vergüenza o culpa. Soy quien soy, y eso es suficiente para estar bien conmigo mismo y con los demás. Expreso mis deseos, necesidades y sentimientos con claridad y respeto, sin temor. Me cuido con cariño y me trato con compasión cuando cometo errores. Practico la autoconciencia, siendo honesto conmigo mismo y reconociendo mis verdaderos sentimientos y pensamientos. Vivo con propósito, persiguiendo metas significativas que reflejan mis valores. Asumo la responsabilidad de mis acciones y decisiones, confiando en mi capacidad para afrontar los desafíos de la vida.
Cómo cuidar el amor propio:
- Establecer Límites Saludables: Aprender a decir “no” cuando sea necesario para proteger el bienestar sin dejar de ser considerados con los demás.
- Practicar la Gratitud: Apreciar lo que se tiene y estar agradecidos por las personas y experiencias de cada uno. Mantenerse humildes y reconocer la importancia de tener personas queridas cerca para permanecer conectados con el mundo.
- Buscar el Equilibrio: Priorizar las propias necesidades sin descuidar las necesidades de los demás. El equilibrio es clave para evitar el egoísmo y el narcisismo. Reflexionar sobre las emociones, pensamientos y comportamientos para lograr una mejor comprensión y actuar de manera consciente y considerada.
“Ten el valor de decir: “Me quiero y no permitiré que me maltrates”. Lo que toleramos hoy, se convierte en nuestro mañana y en nuestro para siempre.”
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