Vivir en armonía no es una fantasía es una necesidad para la salud mental y el bienestar emocional.
Así como no es bueno vivir con una relación miserable y desgastante, tampoco es bueno tener una vida solitaria con tal de no tener que enfrentar problemas incómodos o tener conversaciones difíciles.
En sí, se puede decir que la mayoría de las relaciones personales son complicadas, complejas… y no siempre son tan lógicas o claras. Sin embargo, eso no quiere decir que las relaciones personales tengan que ser desgastantes, difíciles o tóxicas.
El mensaje es claro: una relación sana es buena para la salud, para el alma y para todos. Se puede aprender a vivir a pesar de los problemas sin importar que algunos no se pueden resolver fácil y rápidamente.
Es necesario recordar que cada uno es la persona que eligió tener una pareja. Es importante nutrir diariamente las atenciones, el cariño y la confianza para que la relación que se tiene pueda subsistir y progresar.
Cuando la relación llega al punto donde el trato deja de ser amistoso y sincero, las personas se tornan en adversarios, jueces, víctimas o verdugos, por lo tanto, las cosas dejan de fluir y el maltrato, las ofensas, la falta de confianza crecen. Así es como la relación se deteriora.
Esto no quiere decir que hay que terminar con la relación, o que la pareja se tiene que disolver. Ni siquiera se refiere a la necesidad de pelear o dejar morir lo que hubo. Simplemente hay que recordar que cuando ganan las exigencias, las críticas y la indignación es imposible iniciar un diálogo sano que pueda salvar y/o nutrir la relación.
Para recuperar el amor que se deterioró
Lo primero sería recuperar la amistad que se perdió en la batalla por tener la razón o por haber dejado la honestidad. Las peleas, luchas de poder, desconfianzas y engaños, solo quitan la energía necesaria para tener una buena vida tanto con la pareja como con uno mismo.
Sumar más que restar. Hay que dejar de criticar y de quejarse por todo. Tomar responsabilidad de lo que uno hace y lo que puede aportar.
Dejar de tener una actitud defensiva donde el ataque y la indignación solo distancia a las personas y enfría el cariño de las relaciones.
Cultivar el agradecimiento, los elogios y el respeto. Dejando a un lado la arrogancia, los insultos y despacio que solo conlleva a las humillaciones y al maltrato.
Finalmente es esencial cultivar la comunicación clara, sincera y precisa. Hay que evitar llegar al punto donde uno se calla. El silencio que lastima y retiene emocionalmente los sentimientos solo crean apatía, indiferencia y terminan aniquilando los buenos momentos.
Hay que nutrir el interés, la curiosidad y hacer depósitos continuos en el banco emocional donde los buenos recuerdos y las acciones positivas compensan a los momentos de tensión y amargura.
La receta
Reconstruyendo una relación deteriorada
Ingredientes:
- Honestidad – hablar con la verdad. No mentir. No poner excusas para cubrir la realidad
- Transparencia – dejar de tener o guardar secretos, contestar sin titubeos o ediciones
- Responsabilidad – mantener las promesas, cumplir los compromisos, compromiso sincero
- Integridad – respetar los valores morales, emocionales y espirituales sin comprometer a otros
- Confianza – demostrar que uno puede contar incondicionalmente con la otra personal
Afirmación personal para reconstruir la relación que se a desgastado
Soy una persona muy afortunada porque tengo una persona que me quiere y con la cual puedo compartir mi vida. Cuido y nutro mi relación diariamente. Respeto los límites y los valores de mi pareja. Aceptar nuestras diferencias sin juzgarlas o tratar de imponer. Mi relación es privada e íntima, no tengo que comparar o desear lo que otros tienen. Tengo la fortaleza para resistir malos ratos y el valor para aprender de mis errores. Construyó una relación basada en la sinceridad, la confianza mutua y la gratitud.
Cómo restablecer una relación dañada:
1. La vida es mejor cuando se tiene con quien compartirla. Tener una relación sana es una experiencia única, que nutre al alma y mejora la autoestima de las personas. Cuando uno tiene una buena compañía la vida es más fácil aún con las adversidades.
2. Una relación sana prolonga la vida y mejora la salud física y mental. Las personas que viven en buena compañía encuentran motivos para vivir, agradecer, crecer y quererse superar.
3. Una buena relación también tiene problemas. No hay relaciones perfectas. El transcurso de la vida enseña que el amor con el tiempo madura y se aprende a querer sin tratar que la otra persona cambie o deje su esencia. Se puede querer y aceptar que los problemas ayudan a fortalecer los valores y la calidad de la relación.
El secreto para renovar cualquier relación es pensar en “nosotros” y dejar el “yo” a un lado. *Prohibida su reproducción total o parcial sin el permiso escrito del editor y sin citar la fuente. Copyright © 2005-2021 Recetas para la vida© Todos los Derechos Reservados
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