Creo que mi hijo está confundido, no sabe si le gustan las mujeres o los hombres. Yo creo que no es homosexual, solo que él dice que cree que le atraen los hombres. Tuvo una novia cuando estaba en la prepa y la quería mucho. En realidad, no sé qué hacer o cómo hablar con él. Ocupo una guía para poder ayudarlo.
Becky responde
Hoy en día es común sentirse confundido ya que hay una sobresaturación de información y el exceso de imágenes que hacen ver a las relaciones de parejas muy divertidas y completamente aceptables que algunos jóvenes pueden tener curiosidad o duda al tratar de descubrir su propia sexualidad ya que todo se cuestiona y todo se pone en duda.
Sentir interés y tratar de entender que preferencia sexual se tiene no es un problema y tampoco debería de ser el poder expresarlo libremente. La cuestión que debería de ser esencial es el poder descubrir primero quien es cada uno como persona, reconocer los gustos, los intereses y sobre todo aceptarse como cada uno es. Tanto personal, social, espiritual y sexualmente.
Aprender a desarrollar amistades verdaderas. Tener y conservar relaciones personales y entender con quien uno se siente mejor entendido, acompañado y desde luego ver si existe algún tipo de atracción física.
Creo que antes de iniciar algún tipo de relación sexual con otra persona independientemente de su género, sería importante aprender a cultivar relaciones amistosas donde los jóvenes se puedan expresar y entiendan cómo manejar sus emociones y sus atracciones. También, es conveniente ver en compañía de quien se sienten y se comportan como mejores personas. Quien los motiva a superarse o quien los invita a pelear o alejarse de sus valores familiares.
Personalmente creo en las relaciones íntegras.
Siento que el sexo por sexo lastima y eventualmente crea sensaciones de vacío y/o ansiedades. Pero cuando uno crea una relación íntegra, sincera y con total transparencia, se crea un lazo de intimidad bellísimo. Dicho lazo fomenta un grado de confianza y seguridad que ayuda a que la persona se pueda expresar con naturalidad y la intimidad se convierte en una forma bella de expresar el amor del uno hacia el otro.
Más que ver qué inclinación se tiene, creo que hay que enseñarles a los hijos a descubrir el amor y el respeto propio y motivarlos a que busquen y desarrollen relaciones íntegras y sanas.
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