Me vine a Estados Unidos con mi pareja, tenemos tres niños. Yo no trabajo, me quedo en casa con los niños. Cada vez que toma alcohol llega a insultarme me dice que soy una mantenida, un parásito, que no tengo metas y que esté harto. Me dice que quisiera ser independiente y vivir solo. Sus palabras me duelen porque lo quiero. Cuando se le baja lo tomado, parece que nunca hubiera pasado nada. Otras veces, me dice que yo soy inmigrante.
Cuando una persona se encuentra bajo la influencia del alcohol dice cosas sin filtros, se transforma en un ser agresivo y puede lastimar mucho. Lo más importante es que no está consciente de lo que hace no de lo que dice ya que la influencia hace que la realidad se distorsione. Entonces, enojarse con una persona alcoholizada es un absurdo. No hay con quien hablar, ni quien te escuche.
Ahora bien, porque tu esposo se encuentre alcoholizado y no esté consciente, tiene permiso para humillar o para decir cosas que te lastiman. Tampoco quiere decir que no pasa nada y que no hay consecuencias por sus malas decisiones.
Sinceramente creo que lo último que necesitas es sentirte una víctima o pensar que el problema es lo que tu esposo te humilla y te lastima. El problema que tienes es un poco más serio que eso. Tu esposo toma demasiado alcohol y no se sabe controlar. Hoy te dice cosas humillantes, mañana puede lastimar a tus hijos y otro día… hasta puede ser más agresivo de lo que él pueda controlarse. Hay que tener cuidado.
Te recomiendo que busques ayuda y que entiendas que el tomar alcohol no es una cuestión de ser hombre, no es algo chistoso y desde luego es un problema. Tomar y perder el control de uno mismo es una cuestión seria que requiere atención profesional.
No te expongas ni te enganches con sus palabras hirientes. Reconoce que él está tomado y no se va a acordar del otro día de lo que te dijo. No lo tomes personal. Cuídate y cuida a tus hijos.
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