Ya no pude vivir más con mi esposo, tuve una relación tranquila, educada y muy civilizada. Nunca discutimos. Tampoco me lastimo ni me levanto la mano. A pesar de que no me faltó nada, no puedo vivir más con él. Tuvimos siempre una vida tranquila y económicamente estable. Sin embargo no puedo resistir más vivir en un mundo de silencio y total apatía. No tengo nada en común ni algún tipo de conexión emocional o físico. Creo que si me quedo en esta relación me voy a morir de sofocamiento y de desesperación. ¿Me pueden ayudar y decir como me puedo sentir mejor?
Becky responde
Todas las relaciones se tienen que cultivar diariamente. El que no te falte nada no quiere decir que el amor y la comunicación se van a dar naturalmente sin que ambos tengan que hacer su labor.
Puede ser que esta relación tranquila y silenciosa está encubierta por mucho dolor o resentimientos y que hayan dejado que estos sentimientos crezcan tanto que llegaron al punto de no retorno, donde es casi imposible poder hablar o recuperar el amor y el cariño que en algún momento se tuvieron.
Vivimos en una época donde es más fácil tirar las cosas que tratarlas de componer por lo tanto hay que tener mucho cuidado de no llegar al punto donde uno siente que no hay razón para luchar.
- Es importante tomar responsabilidad de las acciones personales y dejar los reproches y los resentimientos a un lado.
- Considerar la historia en común, los hijos, las oportunidades y las consecuencias para todos al tomar una decisión tan tajante.
- Aceptar la realidad y dejar las fantasías que aluden a encontrar al príncipe azul y a la princesa rosa. A pesar de que hay buenas historias de amor en las novelas románticas, la mayoría de las personas que se separan tiene momentos muy difíciles plasmados de soledad y mucho dolor.
¿Qué se hace cuando ya no se tiene interés por reconstruir una relación?
- Pedir ayuda. Reconocer que si llegaron al punto donde no hay tema de conversación, no hay interés ni contacto físico quiere decir que hay problemas más profundos de los que hay que hablar y tratar de solucionarlos.
- Intentar buscar algún plan o actividad en conjunto para restablecer la comunicación.
- Aprender a confrontar la realidad y dejar las evasivas a un lado. Salir de la zona de confort y recordar los buenos momentos.
- Iniciar un diario de gratitud por las cosas que juntos han logrado.
- Buscar algún tipo de apoyo espiritual.
- Tratar de agradecer más por las pequeñas cosas y el esfuerzo que la otra persona hace.
- Tratar de tener algún tipo de roce físico, como caricias o un saludo cariñoso sin tener que recurrir a una relación intensa o más intima.
- Buscar una segunda oportunidad para que cada uno sienta que pudo volver a dar lo mejor de sí.
- Siempre hay tiempo para terminar una relación, antes de hacerlo es importante luchar y no dejar nada en el tintero de las posibilidades.
- Si uno lucha por lo que valora nunca se va arrepentir, no se tendrá dudas ni culpas y lo peor del caso puede ser que se pueda renovar el amor y revivir la relación que se sentía perdida.
- No hay peor lucha que la que no se hace, aun cuando uno siente que todo se encuentra perdido.
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