Pedir que cambie el otro, culpar, exigir, suponer, falta de confianza y las expectativas falsas son algunas de las causas que pueden deteriorar rápidamente las relaciones personales.
“Y vivieron felices…” es la frase dulce que se escucha al final de todos los cuentos de hadas, una promesa de amor eterno. Un sueño al que todas las parejas anhelan. Una vida plena y sin complicaciones.
Sin embargo, las estadísticas indican que no es una realidad sostenible, para la mayoría de las relaciones. Si se busca crear una relación sana y sólida es necesario tener conciencia plena, vivir con compromiso y tener la responsabilidad para nutrir la relación diariamente.
Las relaciones son frágiles y complejas, con el paso del tiempo estas pueden convertirse ya sea en un oasis de bienestar y confianza o en una batalla cruel donde las luchas de poder, la falta de confianza y las humillaciones tornan un hogar en un verdadero infierno.
Cuando la relación se deteriora por tantas discusiones y desilusiones es difícil encontrar un puente por el cual se pueda caminar sin sentirse incómodo o inseguro.
Uno de los problemas más tristes se puede decir que el el momento cuando las parejas llegan al punto donde las cicatrices no pueden sanar, hay un abandono o se guardan tanto rencor y resentimiento que es difícil recordar su cariño y encontrar el canal conector que permita abrir las posibilidades al diálogo y a la reconexión.
Errores comunes en las parejas heridas.
- Creer que las cosas se arreglan con el tiempo sin que uno intervenga.
- Pedir ayuda cuando es demasiado tarde y se ha perdido el interés o no pedir ayuda por no querer que otros conozcan sus problemas.
- Culpar al otro y exigir que el cambie sin tomar responsabilidad de sus propias acciones.
- Permitir que el rencor y el resentimiento invadan los pensamientos. Enfocarse en los errores y las cosas negativas que hace el otro o que sucede.
- No hablar de los sentimientos propios y cubrirlos con exigencias o imposiciones tóxicas.
- Vivir en base a suposiciones y con la convicción que el otro tiene que entender porque viven juntos. Dar todo por hecho como si uno ya sabe exacto como el otro va actuar.
- Esperar que el otro tenga la iniciativa o actúe justo como uno quiere. Esperar que uno quiera lo que otro desea sin que se le pida.
- Reclamar, agredir y llevar una cuenta donde se contabiliza todo el mal que se ha hecho.
- Compararse con otras parejas y demostrar cómo las cosas no funcionan como “deberían”.
- Pedir que el otro cambie sin que uno tenga que aceptar que posiblemente él también provoca lástima y es responsable de que la relación no funcione.
No basta tener un buen deseo o decretar afirmaciones para vivir sin que la relación sufra algunas adversidades, contratiempos o crisis, hay que tener el valor para reparar e intervenir cuando las cosas se complican.
Todas las relaciones en un algún momento se fraccionan y sufren problemas, es natural y esperado, lo importante no es clavarse en los problemas, sino encontrar posibles soluciones para superar y mejorar lo que se ha complicado.
Hay que tener el valor para ser la persona que cambie, que pida perdón, y sane para que así, la pareja pueda encontrar un diálogo más noble, menos arrogante y no tan destructivo.
La receta
Reparando la relación de pareja
Ingredientes:
- Valor y fortaleza – aceptar que uno tiene que cambiar y ser mejor.
- Responsabilidad – conciencia de las acciones y palabras personales y sus consecuencias.
- Conciencia – reconocer las debilidades y las fortalezas de cada persona.
- Sensibilidad – prudencia y tacto para comunicarse efectivamente.
- Determinación – deseo sincero para querer mejorar la relación y superar los problemas.
Afirmación personal para reparar mi relación.
Reconozco que tengo problemas en mi relación. Mi pareja no es la única culpable o responsable por lo que está sucediendo. Acepto y comparto el compromiso de la tarea para mejorar nuestra situación. Tengo el valor de cambiar y aprender nuevas y mejores formas de comunicación. Me encantaría que mi pareja cambie pero no le puedo exigir que lo haga. Soy una fuente de inspiración, apoyó y facilitó el cambio. Vivo con compromiso, determinación y ganas de tener una buena vida.
Cómo se puede mejorar la relación sin pedir que otro cambie.
La única persona que puede cambiar es uno mismo. Cada persona es responsable por su bienestar y tiene la responsabilidad de arreglar sus propios problemas, No se puede pedir que otros cambien aun si es por su mejora.
Culpar a otros y echar en cara los errores no soluciona ningún problema. El primer paso para poder solucionar cualquier cuestión es reconocer lo que sucede y hacerse responsable de la parte que a uno le corresponde.
Cuando uno cambia, todo cambia. Cuando uno se convierte en el cambio que desea, genera una reacción que a su vez provoca un ajuste y una nueva forma de ver y actuar. Este cambio genera promueve a que otros quieran o necesiten cambiar sucesivamente.
Inicia en el cambio que buscas, sin esperar o exigir que otros hagan lo que tú puedes hacer.*Prohibida su reproducción total o parcial sin el permiso escrito del editor y sin citar la fuente. Copyright © 2005-2023 Recetas para la vida© Todos los Derechos Reservados
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