Siempre he tenido la idea que ser una persona envidiosa es algo malo. Que la persona envidiosa es un ser oscuro que no puede ver que otras personas tengan algo bueno sin que ella lo codicie o lo quiera para sí misma. Hay veces que he sentido ese picor que me hace sentir mal ya que no me gusta sentir envidia. Como me gustaría no sentir que otros tienen lo que a mi me gustaría o lo que yo necesito. ¿Qué puedo hacer?
Becky responde
La envidia no es buena y no es mala, es un sentimiento natural que no es muy placentero sin embargo es algo que todos hemos sentido en algún momento.
El sentimiento de envidia no es el problema, lo que complica a esta cuestión son las acciones que uno decide hacer con sus sentimientos. Como todo en esta vida, uno tiene el poder de elegir cómo se siente y cómo quiere actuar ante cualquier situación.
Uno bien puede reconocer que siente que puede luchar con mayor intensidad y tenacidad por lo que quiere, sin tener que caer en el sentimiento de envidia y comparación para sentirse menos. O bien puede elegir sentirse miserable porque otros tienen lo que uno desea y no ha podido obtener.
Hay una diferencia muy grande entre sentir y desear lo que tiene la otra persona y tratar de aspirar tener algo similar sin tener que quitar o codiciar lo que no le pertenece a uno. Así en términos más coloquiales no es lo mismo decir:
- Quiero esa casa. En lugar de decir me gustaría tener una casa como esa.
- Quiero la fama o el dinero de esa persona… En lugar de decir, me gustaría ser tan famosa o tener dinero como esta persona.
La diferencia radica en que uno no tiene por que querer lo que otros tienen, más puede aspirar y trabajar para obtener sus posibilidades para tener lo que desea. Cada persona tiene su historia, su suerte y sus recursos. Es imposible y hasta irreal tener lo que otros tienen ya que eso es de otros. Pero cada uno tiene el poder y el derecho de luchar por lo que desea.
El poder ver que otros tienen algo que a uno le gustaría también puede convertirse en un motor que mueve e inspira a trabajar con mayor dedicación ya que se puede ver con objetividad que de alguna forma las cosas pueden ser posibles. Siempre y cuando uno reconozca que cada persona tiene otra historia y sus propias circunstancias.
Hay una concepción generalizada que se refiere a que el sentimiento de envidia es un sentir negativo ya que es una sensación no grata y hasta incómoda. Generalmente esto surge cuando uno se siente frustrado, resentido o piensa que el mundo es injusto ya que otros tienen lo que a uno le falta.
La envidia siempre viene acompañada de sentimientos de inferioridad, inseguridad, enojo y decepción.
Los problemas que crea la envida son:
- Nutre comportamientos negativos que envenenan el alma.
- Fomenta la crítica y los chismes.
- Aliente a que uno actúe a espaldas de la persona que posiblemente no le ha hecho nada.
- Crea sentimientos de inferioridad y enojo por lo que las personas se pueden tornar en seres agresivos.
- Las personas envidiosas no son felices con lo que tienen.
- La envidia deteriora las relaciones personales e induce a lastimar a otros.
- Ser una persona envidiosa impide que uno pueda reconocer las cosas buenas que se tiene.
La mejor forma para contrarrestar este sentimiento tan difícil de procesar es desarrollar el hábito de la gratitud.
Cuando uno se enfoca en lo que tiene y lo que ha logrado y lo puede agradecer, deja de desear lo que otros tienen y no le pertenece.
Hay que aprender a enfocarse en lo que cada uno tiene, sus metas, sus objetivos y lo más importante, aceptar su realidad y partir de ella para lograr lo que cada uno pueda.
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