La vida de mi familia cambió en un instante. Fuimos al médico a revisar a mi hija porque tenía un ojo hinchado, al otro día ya estábamos en una clínica especializada con miles de médicos y enfermeros tratando una enfermedad terrible. Mi hija de ser una adolescente feliz pasó a ser una joven horrorizada y desesperada por los diagnósticos que recibimos. La familia estamos en un estado de shock. No entiendo como le paso esto a mi niña. Ella es una muy buena niña, sana, alegre y obediente. ¿Cómo puedo ayudarla cuando yo estoy espantada y súper triste igual que ella? ¿No se que hacer? No creo poder con esta situación.
Becky Responde
Lamento muchísimo la situación por la que están pasando todos en tu familia. Nunca hay una buena explicación para entender por que gente buena e inocente tiene que sufrir y pasar ante situaciones tan fuertes.
Creo que la actitud que te puede ayudar en estos momentos de tanto dolor y confusión debe de ser concentrarte en cómo poder ayudarla, qué cosas puedes hacer para regresarle un poco el control de su vida… es decir ahora todo está complicado, además del dolor físico, está el enojo con la vida y todos los cuestionamientos que solo producen ansiedad y mucho dolor.
Te recomiendo que dejes la pregunta del ¿POR QUÉ? Y se enfoquen en cómo poder manejar con sabiduría todo lo que está por llegar.
Ten fe, estás en buenas manos, pero no pasa nada pedir otras opiniones y hablar con personas que están pasando por lo mismo.
Busca momentos de paz y trata de ayudar a tu hija a que encuentre esperanza. Las cosas se van a ir aclarando con el tiempo. Estoy segura de que vas a encontrar gente noble y buena que te va a acompañar y te van a sorprender cuánto amor vas a recibir.
Ver cada cosa buena que sucede. Encontrar razones para agradecer y buscar oportunidades para ayudar o cambiar el foco de atención hacia la enfermedad puede facilitar que este tiempo se convierta en un momento difícil pero tolerable.
Nunca sabemos cómo nos podemos comportar ante la adversidad así que esta será una nueva lección de vida para la familia.
Creo que para ayudar a tu hija tienes que dejar a un lado el dolor que sientes como madre al ver el sufrimiento de tu niña. Concéntrate en cómo y quién te puede ayudar.
Hoy lamentablemente no es tu tiempo para llorar, hoy es tiempo para luchar y descubrir la fuerza interior que tienes.
Que Dios los bendiga y cuenta desde ya con mis oraciones.
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