Puras peleas con mi hijo. Tenemos un negocio donde mi hijo nos ayuda, pero solo él viene a trabajar sin usar su tapabocas. Dice que no está enfermo y que es joven.  Asegura que el coronavirus no le va a pegar, y en caso de que se contagie, es joven y no le pasara gran cosa, Además, puede crear anticuerpos para que más adelante no se enferme.

Usar tapabocas no es una opción negociable. Es una responsabilidad social de todo ser humano. No es una elección personal. No es una expresión individual de libertad. Es un escudo y una protección que defiende y protege contra el contagio masivo del Covid-19.

Hoy se vive en un estado mundial de alerta, el mundo es una zona de Guerra. El enemigo es el coronavirus un cruel, invisible y mortal ejercito que solo busca acabar con la vida humana. Estamos luchando contra un enemigo sin armas, no hay aún balas que contrarresten los daños de este enemigo.

El mundo entero es un campo de batalla, este enemigo, no distingue de razas, edades, sexos, ni fronteras. Tampoco negocia o elige a quien cuida y a quien mata.

La única defensa global es hacer un frente común. Uniéndonos como humanidad con disciplina y acción colectiva. Usar tapabocas, distanciamiento social y limpieza continua son las únicas armas existentes, hasta que se encuentre la vacuna que termine al enemigo.

El que no quiera usar tapabocas, que no salga de su casa, esa es su única opción. No es tiempo de pelear por causas que no tienen solución. Usar tapabocas no una acción de bienestar personal, es la única arma que tiene el mundo para luchar contra este enemigo común.

Adolescentes y personas inconscientes todos están expuestos se pueden contagiar. No es justo ayudar a que el virus siga creciendo solo porque personas tercas deciden “ser diferentes” el único derecho y obligación que todos los seres humanos tenemos hoy en día es unirnos y combatir a este enemigo común que está arrasando con la tranquilidad y la vida humana.