Mi mamá es una mujer mayor, no trabaja, su tiempo lo pasa visitando a todos sus hijos. Cuando los ve o habla por teléfono con cualquiera de sus hermanos lo único que hace es criticar a toda la familia y hablar mal de todos. No importa de quien habla siempre encuentra un comentario hiriente o negativo y lo comenta con quien esté platicando. Así su plática se torna en un criticar a toda la familia. Me molesta tanto porque además siento que habla mal de mi con los demás así como habla mal de los demás conmigo.
Becky responde
La respuesta:
Ser la persona que solo ve el lado amargo de la vida y busca los comentarios negativos de las personas solo amarga el alma y desafortunadamente solo trae malestar a la persona que habla mal de todos. Desde luego que este es un mal hábito que se caracteriza por las personas infelices y amargadas.
Cuando una persona solo busca lo malo y lo feo en las personas y lo que estas hacen, sus pensamientos no pueden ser placenteros y mucho menos pueden sentir alegría y felicidad. A pesar de que tu madre es una mujer mayor y ya es un poco difícil cambiar su forma de ser, sería muy recomendable que le expongas el daño que ella se está generando hacia sí misma.
Cuando uno critica o ve lo negativo sobre todo de los hijos, nietos y/o sobrinos, desde luego que siente un poco de preocupación, y este sentir nos crea una falsa idea de que si nos preocupamos por la gente que queremos estamos haciendo algo por ellos. Lo malo es que no nos damos cuenta de que la preocupación ocupa la mente pero no activa las acciones, por lo que solo incrementa el malestar y la mala disposición ante la vida.
Te recomiendo que le expongas a tu madre los beneficios de ver lo bueno en las personas que quiere y sobre todo el hecho de que ella pueda cultivar la gratitud para que se sienta más contenta y pueda disfrutar más de su familia y de su vida.
Beneficios de ser una persona positiva:
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Descanso: se duerme mejor y con tranquilidad.
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Mejora el humor: el corazón está libre y puede reír más.
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Baja el estrés: suelta la ansiedad al dejar de ver lo que no sirve.
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Mejora la toma de decisiones: cuando uno está contento no siente coraje, resentimiento y puede ver las cosas más claras.
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Disfruta más de la vida: tener una mejor disposición hace que la gente sea más social, más querida y tenga más oportunidades para convivir con gente que la aprecie y la valore.
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