Hace unos pocos meses que me casé. Tengo muchos problemas con mi esposo. El vive infeliz e insiste que el matrimonio debe de ser una relación muy fácil pero él no ayuda a que esto funcione. Todo lo que digo le molesta y cuando regresa del trabajo solo quiere ver su celular o la televisión. Fuimos un par de veces a terapia pero dice que eso no sirve pero tampoco quiere hablar del tema con otras personas o conmigo. No me quiero divorciar pero no vivimos felices.

Becky responde

Todo inicio de una nueva relación formal es difícil, aunque debo de aceptar que tu situación se escucha un poco más complicada de lo normal. Es muy difícil ayudar o mejorar una relación cuando uno de los dos integrantes resiste a pedir ayuda y a hablar abiertamente de los problemas.

Sin embargo siempre existen opciones, aun cuando uno no siente que puede elegir.
Generalmente hay algo que se puede hacer, aun cuando la situación está difícil y sientes que nada puede cambiar, tu puedes cambiar la forma como te sientes y la manera.

Cómo reaccionas ante las cosas que están sucediendo.

Lo primero que tienes que recordar es que tu eres importante y nadie te puede robar tu paz si tu no lo permites. Si tu esposo no quiere pedir ayuda y no se deja ayudar, tú puedes pedir ayuda y tú puedes cambiar la forma de reaccionar y de ver tus problemas.

Por lo tanto sería recomendable que aprendas a darte prioridad. Cuida tu bienestar y asegúrate de estar segura tanto física como mentalmente. Entiendo que no te quieres divorciar pero es muy difícil estar en una relación con una persona que no tiene interés en mejorar o cambiar.

Antes de terminar con una relación que recién se está estableciendo creo que puedes tomar en cuenta algunas consideraciones y hacer algunos ajustes en tu persona. Muchas veces basta con que uno de los dos cambie para que las cosas fluyan un poco mejor y eventualmente el matrimonio mejore.

Cómo mejorar un matrimonio sin tener que ir a terapia ni pedir ayuda externa.

1. Expresa tus preocupaciones en una forma directa, clara y sin reproches. Es decir habla de cómo te sientes sin reprochar o echar culpa.
   *Me siento triste y no siento que me puedo comunicar contigo, me gustaria que pudieramos platicar sin pelear…No me siento querida, ni siento que lo que hago es importante para ti.
   *Me gustaría que reconozcas un poco mis acciones.
2. Trata de hablar sin atacar o querer tener la razón. Es Importante cuidar el tono con el que se expresa uno, hay ocasiones que uno tiene la intención de comunicarse y sin querer su tono y la forma como lo dice agrede, lastima y en lugar de poder fluir causa enojo y provoca una discusión.
3. Puedes buscar ayuda a pesar de que tu pareja se resienta. Nadie te puede impedir que te mejores y que entiendas un poco mejor la forma como actúas. Los círculos viciosos se perpetúan porque uno no reconoce los patrones tóxicos que hace. Para salir de estos es necesario tener conciencia y tener personas profesionales que te ayuden.
4. Deja de hablar con todas las personas de lo mal que está tu relación y busca diversificar tu atención. Donde le pones tu atención es lo que crece. Si tu matrimonio ahorita no está al 100% pero decidiste no terminar con tu relación, enfócate en encontrar oportunidades donde puedas pasar buenos momentos y tener platicas positivas. Busca personas contentas, actividades sanas y distraerte de tus problemas siempre ayuda a encontrar balance.
5. Se paciente y utiliza la compasión. Recuerda que todo ajuste lleva tiempo, posiblemente el cambio de estar casado es un concepto más complicado para tu pareja. Dale su tiempo, tratalo con gentileza y acuérdate que la bondad puede mover montañas.
6. Aprende a poner límites. Protégete, él puede estar enojado, cansado, frustrado, sus sentimientos son válidos y son respetables. Sin embargo no porque él está enojado tiene el derecho de gritar, ofender o maltratar. Cada uno tiene la responsabilidad de aceptar y controlar sus impulsos ya que nadie tiene la culpa ni es responsable de la forma que uno se siente.
7. Cuando tengan momentos buenos, reconocelos, festejalos y agradecelos. Lo mismo cuesta ver lo mal que están las cosas y notar todo lo que no funciona que reconocer las acciones que sirven y los hacen felices. Enfócate en encontrar pequeñas razones para agradecer y ver lo bueno que tienes aún cuando estos momentos sean escasos. Te vuelvo a recordar todo lo que le pones atención crece.

Escucha más y habla menos. Mas exige menos. Sonrie mas quejate menos. Ten fe y trata de ver lo bueno en tu pareja, después de todo por algo lo elegiste y decidiste casarte con él.