Estoy tan triste por la ruptura de mi pareja que casi no duermo. Estoy molesta conmigo, no puedo evitar dejar de pensar en él.
Me siento que me estoy volviendo loca.

Es muy grande el dolor que se siente cuando hay una ruptura. Las rupturas se asocian con pérdidas y estas tienen su tiempo. Hay que entender que uno sufre y no hay mucho que se pueda hacer aparte de aceptar la perdida y validar que te sientes triste.

Cuando uno puede entender lo que le sucede, si bien no dejas de sufrir, por lo menos puedes reconocer lo que estas sintiendo con lo que el dolor se convierte en un poco más tolerable.

Las perdidas emocionales son durísimas porque de alguna manera se rompen las alianzas, y el sentimiento de pertenencia se derrumba. Uno se siente solo, desprotegida y el dolor es verdaderamente muy fuerte.

En el momento que te dejas de lamentar por lo que tuviste, lo que perdiste y lo que ya no es, puedes comenzar a reconocer que la relación ya no funcionaba ya que por alguna razón dejaron de ser pareja.

Concéntrate en lo que tu hiciste, examina que puedes mejorar de tu persona y si en un futuro tienes la oportunidad para tener una nueva relación entonces podrás ser mejor y no repetir los errores que hicieron que esta relación no funcione.

No te vuelvas loca. Ten un poco de compasión propia, piensa en ti con cariño y recuerda que todo en esta vida pasa. No vas a sufrir para siempre. Toma lo bueno de todo lo que te sucede y ten fe, pronto vas a sanar. Date tu tiempo.