La maternidad cuando se le valora podría ser uno de los mejores regalos de la vida de una mujer.
A pesar de que los hijos no nacen con instructivo… cada madre posee el instinto natural para poder cuidar y guiar a sus pequeños haciéndolos sentir queridos y protegidos eternamente. Esta labor tiene sus altas y bajas, hay ocasiones que como madre uno siente la enorme satisfacción y el amor se desborda del alma, ya que vasta con la sonrisa, la mirada de inspiración y el cariño ingenuo y natural de los hijos para que la vida se torne en un bálsamo perfumado.
También hay momentos en donde la maternidad se complica, llegando a sentir como una carga, llena de responsabilidades, obligaciones, mortificaciones y angustias. Pareciera que ser madre lejos de ser un privilegio, se convierte en una serie de imposiciones sin gratificaciones. Gritos, peleas, discordias y críticas severas que lastiman y llegan a desgarrar este lazo tan importante para ambos, madre-hijos.
En esos momentos es importante hacer el esfuerzo para tratar de ver el cuadro completo, la vida es compleja. Hay que aprender a valorar tanto los aspectos hermosos, como los momentos dificultosos, porque la maternidad es una mezcla de momentos, sentimientos, responsabilidades, conflictos, sueños, expectativas y más.
Ser madre requiere ser una mujer completa. Ser amiga, ser el mejor ejemplo que se pueda ofrecer, convertirse en una guía, tener conciencia sobre el impacto hacia la vida de sus hijos y su entorno. En fin, ser madre es un trabajo de tiempo completo.
No existe una madre perfecta, pero cada hijo/a tiene la madre que necesita para poder tener una buena vida. El camino de la maternidad no es siempre fácil, sin embargo, este trabajo cuando se realiza con amor y dedicación otorga las mejores gratificaciones que hay.
Criar y ayudar a los hijos a que se conviertan en los mejores seres humanos es un privilegio. Ser mamá, implica la responsabilidad para desarrollar al máximo las potencialidades personales que los ayudará a que se conviertan en personas íntegras e independientes.
A pesar de las maravillas y privilegios que tiene la maternidad, también corre con algunos peligros. Por el ímpetu de ser madre y querer proteger a sus hijos, es fácil perder la estabilidad emocional asumiendo problemas que no le corresponden. Tomando el rol de víctima o cargando con enojo ajeno. Aceptar la culpa por las equivocaciones y las malas decisiones de sus hijos o vivir enojada por lo que sucede sin que ella pueda controlar. Sintiendo responsabilidades y pérdidas que no le pertenecen.
Ser madre no es cargar, ni resolver los problemas de los hijos. Ser madre es dar la libertad y las herramientas necesarias para que los hijos aprendan a luchar y a levantarse cuando se caen o se lastiman.
Ser madre es poder acompañar y ser testigo de la vida que los hijos eligen. Es disfrutar la vida y aprender a ser una persona que da, inspira y ama sin limitaciones.
La receta
Ser Mamá
Ingredientes:
INGREDIENTES
- Amor incondicional – esencia de dar, cuidar, respetar y dejar ser a cada uno
- Caricias – cariño, ternura y apapachos que nutren al alma
- Confianza y paciencia – desarrollar las potencialidades personales y dar el tiempo para crecer
- Tiempo – presencia en todos los días y en los momentos importantes
- Ejemplo – ser la mejor versión de uno, actuar con integridad y responsabilidad
Afirmación personal para ser una buena mamá:
Acepto el derecho y el privilegio de ser madre. Tengo la responsabilidad, amor y seriedad. Para convertirme en una buena guía y un ejemplo a seguir. Soy la mejor versión de mi porque quiero dar todo lo bueno y positivo que tengo y conozco. Me esfuerzo cada día por ser mejor. Ofrezco mi experiencia sin imponer o causar conflictos. Estoy feliz y agradezco la oportunidad de poder ser mamá.
Cómo ser una madre ejemplar:
Ser Madre, es uno de los privilegios más grandes de ser mujer. Dar vida, poder dejar huellas y convertirse en una guía segura y consistente a seguir es un gran honor que crea responsabilidad y obligaciones.
Una madre lucha con amor y convicción. Fiel y valiente como una guerrera invencible. Asegurándose que a sus hijos no les falte nada. Es la persona que escucha los silencios y no es necesario hablar ya que ella comprende las miradas.
Mamá es la mujer que forja raíces y brinda alas para volar. Es la mujer, que inspira a sentir que sus hijos son la persona más importante del mundo, que su toma la mano y al mismo tiempo, cubre todo el corazón.
“Ser madre te convierte en la amiga, el ejemplo y la fuente de inspiración que tus hijos requieren tener. No les falles, ellos merecen lo mejor.”
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