Desde que mi esposo perdió su negocio por falta de atención, perdí mi casa y ahora no tengo un trabajo estable. Me cuesta trabajo juntar el dinero para la renta y los pocos trabajos que consigo siempre terminan con problemas y no me pagan lo que deben. Creo que estoy salada y el universo me odia.
Becky responde
Cuando uno sufre tantas pérdidas es muy fácil creer que el universo está en nuestra contra. Con este sentir se crea un sentimiento de impotencia, dolor y angustia que impide ver las posibilidades que pueden llegar a surgir para que así, la suerte pueda cambiar.
Todo en esta vida es pasajero, ni la suerte es eterna ni la mala fortuna dura para siempre. Lo más importante es aprender a resistir los momentos difíciles y a disfrutar los momentos gratos y especiales.
Claro que esto es muy fácil decirlo cuando uno está tranquilo o no siente que la vida se le atora y el universo está conspirando en su contra. Pero tomar una perspectiva, respirar y enfocarse en cualquier punto positivo que se tenga es el inicio para poder cambiar la energía que sofoca y aniquila las oportunidades para progresar.
¿Qué puedes hacer cuando sientes que todo está en tu contra?
- Deja de ver la vida en forma dramática y enfócate en hechos concretos, no te atores en las suposiciones ni las expectativas.
- Deja de sufrir por lo que ya no tienes o por lo que te hubiera gustado tener.
- Agradece lo que tienes, a pesar de que sientas que no es suficiente, es algo.
- Concéntrate en acciones que sean productivas, no te enganches en el pasado ni te compares con otros.
- Busca los elementos y los factores que puedes controlar y cambiar con el fin de retomar el control sobre tu situación.
- Trata de cambiar la narrativa que te repites, si insistes que todo te sale mal y que el universo conspira en tu contra, eventualmente te lo vas a creer y por lo tanto sería una profecía autocumplida en tu contra.
- Trata de cuidar a tu persona. En tiempos difíciles uno se estresa y se le olvida que para salir adelante hay que cuidar primero a uno mismo. Dormir/descansar. Comer/nutrirse. Rodearse de personas positivas, buscar momentos de relajación y desde luego encontrar momentos de alegría y gratitud.
Recuerda que el proceso de pensar negativo solo debilita tu autoestima y limita tu desempeño. Es muy importante que puedas reconocer el daño que te puedes hacer y cambies tu actitud.
Tu eres la única persona que tiene el poder de transformar tu actitud negativa en una actitud eficiente, positiva y más alentadora. Si las cosas no te están saliendo como esperabas o como necesitas, fluye, no te atores en lo que no tienes, busca una nueva opción y recuerda que muchas veces nos llegan bendiciones envueltas en tragos amargos.
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