Entiendo que el dolor ante la pérdida de una persona querida es grande y que quizá con el tiempo el dolor se diluye y la vida se vuelve más llevadera. Pero, ¿Qué se hace con ese vacío que deja la pérdida? No es algo que se puede sustituir ni olvidar…
Becky responde
Queridísima Mary, como siempre un gusto saludarte y agradezco infinitamente tu lealtad y el que sigas con cariño todas nuestras publicaciones. Gracias.
Hay vacíos que no se deben de tapar, se convierten en cicatrices que marcan dolores profundos y estos se convierten en parte en una parte íntima que llevamos dentro.
Las pérdidas son reales. Duelen mucho y se tienen que sufrir para poderlas superar.
Superar una pérdida no quiere decir que uno tiene que olvidar, reemplazar o dejar de sentir el dolor. De hecho, uno tiene que permitir vivir con el caos de emociones, dejar fluir el dolor y la desolación al punto que el dolor penetra al alma, hay que darse permiso para sentirse roto y frágil.
La fragilidad es el ingrediente necesario para luego fortalecer el alma y encontrar valor para seguir adelante.
Beneficios al darse permiso para sentir vulnerabilidad y dolor:
- Ser vulnerable permite sanar heridas profundas que son reveladas cuando uno reconoce sus heridas, miedos y dolores íntimos.
- Admitir el dolor y sentir vacíos emocionales no es ser una persona débil, solo significa que uno está roto y ocupa su tiempo para recuperarse y aprender a vivir sin la persona querida.
- Sentir dolor no quiere decir que uno tiene depresión crónica. Se vale estar triste y tener memorias donde uno se puede conectar con su dolor, reflexión y pérdidas personales.
- Ser vulnerable y reconocer el dolor ubica a la persona y le recuerda que se puede doblar y que pronto se va a poder levantar.
- Cuando uno sufre una gran pérdida se reconoce el valor tan preciado que es tener amor, cariño y apoyo incondicional, tanto de las personas que están cercanas y vivas como de las que ya no están.
- La vulnerabilidad crea lazos espirituales y emocionales fuertes.
- Uno aprende a ser más sensible, más empático y más generoso desde un lugar de dolor y humildad.
- Extrañar o llorar no significa que la persona se va a romper. Esta sensación de vacío y dolor también son expresiones legítimas de ser humano y estar vivo.
La nostalgia es un buen lugar para ir a visitar de vez en vez pero no debe de ser una residencia permanente, hay que tener el valor para vivir aun con el dolor y con el vacío del alma.
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