Expresar gratitud y honrar a los padres son las bases para gozar de una vida plena y sana.
Se pensaría que agradecer y respetar son acciones nobles que hacen sentir bien a la persona que recibe los elogios, pero en realidad, se beneficia más a la persona que los da que a la persona que los recibe.
A pesar de que una madre no necesita que sus hijos le proclamen amor y agradecimiento por todo lo que son y reciben, poder honrar y expresar su gratitud los convierte en personas sensibles, humildes y los ayuda a reconocer el privilegio que tienen aun cuando no hayan recibido exactamente lo que les hubiera gustado.
Una madre nutre, protege, motiva, educa. Por lo que proporciona un sentimiento de conexión y pertenencia que hace que sus hijos se sientan:
Seguros, apoyados y protegidos incondicionalmente.
Contenidos aún en la distancia.
Queridos en la ausencia.
Un hijo/a que tiene una relación sana con su madre es más probable que desarrolle mejor su autoestima y tenga una mejor capacidad para mantener mejores relaciones y llegará a poder conectarse mejor con el mundo.
Se puede estar enojado, ofendido, molesto y hasta decepcionado, pero al final del día, el amor a una madre nunca desaparece porque una madre es una persona valiosa en la vida personal.
¿Por qué es buena idea honrar a tu madre?
Se ha comprobado que una persona que vive en conflicto constante consigo y con el mundo se enfoca tanto en su enojo, depresión, angustia, etc. que tristemente reprime o proyecta muchos de sus sentimientos, la culpa, los reproches y los resentimientos le roban su energía positiva e impiden poder reconocer sus bendiciones, limitando sus posibilidades.
Entre más tiempo uno dedica a sentirse culpable y miserable tiene menos ganas de compartir los sucesos cotidianos. Pierde el entusiasmo, sus pensamientos se cargan de pena y culpa. Sin querer uno se aísla del mundo y de las personas queridas. El tiempo se pasa y surgen dudas dolorosas como:
¿Por qué mi madre no me quiere? ¿por qué no me hacen caso? ?¿por qué no me comprenden? cuando en realidad fue la misma persona que se alejó.
El enojo, la ingratitud y el deseo de ser visto aun cuando uno se esconde ciegan y confunden la realidad. La persona se olvida que fue ella la que se cerró y dejó de comunicarse. Cambió el saludo por una mirada con despecho, el deseo por una exigencia y un regalo por la obligación.
La comunicación se torna en sermones y castigos. Los elogios se esfuman y el corazón se endurece. La necesidad de ser queridos y aceptados se reprime y se inicia una vida fría y solitaria.
Un hijo necesita de su madre así como una madre necesita de su hijo. Expresar gratitud, respetar y honrar a la persona que regaló la vida es la mejor forma de mantener el equilibrio emocional y la salud mental.
Honrar no sólo te ubica sino recuerda que cada uno tiene una historia. Reconocerla y respetarla es reconocer y respetarse a uno mismo.
La receta
Honrando a Mamá
Ingredientes:
- Respeto – reconocer la jerarquía y el valor y el privilegio de tener una madre.
- Gratitud – agradecimiento de todo lo que se recibe.
- Ojo noble – ver las acciones con una visión benévola y positiva.
- Elogios – acciones claras y concretas para expresar agradecimiento.
- Empatía – sensibilidad para entender los sentimientos de la madre.
Afirmación personal para honrar a la madre
“Mi madre es una fuerza poderosa en mi vida. Le doy gracias por todo lo que ha hecho y ha dejado de hacer por mí, que lo hace con las mejores intenciones. La amo incondicionalmente. Su amor incondicional y su dedicación me han ayudado a ser la persona que soy hoy. Estoy agradecido/a por su amor, su sacrificio y su dedicación. Hoy y siempre, honro a mi madre y celebro su presencia en mi vida.”
Por qué honrar a la madre
- Honrar y respetar a las madres nos hace mejores personas: Cuando lo hacemos cultivamos valores innecesarios como la gratitud, el amor, la empatía y el respeto. Estos, nos hacen mejores personas y nos ayudan a tener relaciones sanas y felices.
- Reconocer el esfuerzo y los sacrificios de la madre nos hace responsables por aquello que recibimos y nos enseña a valorar nuestro propio trabajo y esfuerzo. Lo que a su vez se convierte en el mejor ejemplo hacia nuestros hijos.
- Respetar y honrar no quiere decir que uno no vea las fallas y los errores. Enfocarse en todo lo bueno que la maternidad ofrece multiplica las posibilidades para ser feliz y ver las cosas buenas que tiene la vida.
Mi madre, mi roca, mi luz y mi fuerza. Te honró y agradezco todos y cada uno de tus días. Gracias mamá, te quiero.*Prohibida su reproducción total o parcial sin el permiso escrito del editor y sin citar la fuente. Copyright © 2005-2023 Recetas para la vida© Todos los Derechos Reservados
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