El problema principal del maltrato emocional radica en que las personas que son humilladas, ofendidas o ninguneadas han perdido el poder para defenderse.
En una relación donde predomina el dolor, la frustración y el sentimiento de no ser reconocido, se puede pensar que defenderse o expresar cómo uno se siente no sirve de nada, ya que esos intentos son descartados e ignorados sin problema ni culpa alguna.
Con el tiempo, se prefiere callar que seguir peleando, ya que el malestar se intensifica cada vez que se trata de hacer algo al respecto.
A pesar de que los sentimientos de algunas personas pueden no ser importantes para otros, es crucial reconocer que cada persona vale y tiene derecho a expresarse.
Es probable que aquellos que humillan y lastiman no estén conscientes de sus acciones, ya que su única preocupación es demostrar que ellos tienen razón y que nadie más los comprende. No significa que sean malas personas o que deseen lastimar, simplemente están atrapadas en su sentir y les resulta imposible ver más allá de ellas mismas.
Utilizan diversas herramientas para hacer sentir a la otra persona que no tiene razón, manipulando al punto de sembrar dudas en su propia mente y hasta hacen dudar si uno está inventando lo que sucede.
Estas personas emplean sus certezas personales como verdades absolutas, críticas severas como formas de devaluación, su poca tolerancia como arma de ataque, y su tono de voz y gestos como herramientas para dominar y controlar la relación.
¿Cómo recuperar tu voz y tu valor cuando sientes que lo has perdido todo?
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La primera condición necesaria es reconocer que tienes derecho a hablar, protegerte y sentirte libre sin ser criticado o menospreciado. Debes llegar al punto donde no quieras seguir sometiéndote a esa relación agresiva, autoritaria y violenta, y sobre todo debes de tener la disposición firme a cuidarte, incluso si eso significa alejarse o abandonar la relación.
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Trata de comprender por qué te sometes a esa situación y qué te brinda la relación o por qué valoras a la persona que tanto te lastima. Muchas veces la protección, el dinero o los regalos así como una posición en la familia puede nublar la razón del sometimiento.
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Aprende a tener compasión por ti mismo y ten el valor para defenderte sin tener la necesidad de pelear. Uno puede reconocer que cada persona tiene su realidad y que ambas son igualmente importantes sin tener que excluirse mutuamente.
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Busca formas de mejorar tu vida sin depender del reconocimiento de los demás y comprométete a cuidarte y velar por tu bienestar. Tu eres importante y tus sentimientos son tan válidos como los de los demás. tu amor propio debe ser más claro y determinado para que cualquier situación no sea una causa de perder tu voz.
Se vale decir no me grites podemos hablar sin lastimarnos.
La receta
Recuperando el amor propio
Ingredientes:
- Compasión – amor propio para poder cuidarse y aceptar las fallas personales.
- Determinación – compromiso personal a no dejarse maltratar y tener una buena vida.
- Límites- distancia sana cuando las personas sobrepasan el respeto y la cordura.
- Fortaleza – valor para poder defenderse y poder parar las amenazas y los gritos.
- Responsabilidad- asumir con dignidad cuando uno se somete o provoca el maltrato.
Afirmación personal para aprenderte a querer.
Tengo el valor de no permitir que me maltraten. Reconozco que mis sentimientos son importantes y que nadie tiene derecho a menospreciarlos o ningunearlos. Respeto los sentimientos y las ideas de los demás, y espero recibir el mismo respeto hacia los míos. Entiendo que no siempre tengo que estar de acuerdo con las ideas o los sentimientos de los demás, pero puedo escuchar sin ofenderme ni ofender, y puedo expresarme sin imponer mi opinión. Acepto que lo más importante no es quién tiene la razón, sino cómo comunicarnos sin herirnos mutuamente. Cuando me quiero y me respeto, es más fácil que los demás hagan lo mismo conmigo.
Cómo protegerse del maltrato de los demás.
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Cuando uno puede reconocer y respetar las diferencias de expresión de otros son válidas no se toma a personal el diálogo. Cada persona siente y se expresa de su mejor forma por lo que es importante respetar y aprender a diferenciar entre lo que uno dice y el otro escucha para no caer en malentendidos o confusiones.
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Buscar el bienestar personal sin lastimar a los demás es responsabilidad propia. El objetivo principal de salir del maltrato emocional es aprender a sentirte mejor con uno mismo. Nadie merece ser maltratado y todos merecen tener una buena vida.
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Tener el valor de hacer sacrificios. Cuando uno aprende a poner límites y se cuida, la otra persona se va a molestar, por lo que es importante estar dispuesto a pagar el precio de querer tener una vida libre de humillaciones y maltrato.
“La mayor falsedad es creer que el amor justifica el poder lastimar.”
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