Tener paciencia y actitud positiva cuando las cosas no son como las que te gustaría es un reto que pocos pueden superar.
A pesar de que muchas veces uno tiene buenas intenciones, trabaja duro y es constante con sus acciones la vida no siempre funciona como uno planea o espera. En el amor, los negocios o las oportunidades surgen de maneras complejas. Algunas veces son claras y fáciles de reconocer, pero en otras ocasiones, se encuentran disfrazadas y requieren más esfuerzo y preparación de lo normal.
Hay personas que pueden captar con claridad su realidad, por lo que aprenden y pueden aprovechar las oportunidades. De hecho, hasta pareciera que la vida les es más noble o que tienen menos percances para lograr lo que se proponen.
Sin embargo, hay otras personas que les toma más tiempo poder entender lo que está sucediendo o simplemente nunca pueden superar el hecho que la vida no fue lo que ellos quisieron y por lo tanto se dan por vencidos. Hacen de la derrota un fiel compañero y se aprenden a conformar con lo que ellos creen es lo que les toca.
Para el triunfador, tener visión, ser luchador y encontrar las oportunidades cuando nadie las puede reconocer, es un acto casi natural y lógico. Además, que entre mejor les va, más astutos se hacen.
Pero para el que la vida fue un reto con luchas continuas contra adversidades, la perspectiva es diferente. La carga emocional y la depresión se impregnan al alma y a pesar de que hacen lo posible para despojarse de estas… su experiencia los limita y sus creencias los imposibilita para continuar tratando con mayor alegría y esmero.
No quiere decir que se den por vencidos, solo que su carga cada vez es mayor por lo que es difícil moverse y pensar con agilidad.
Tener fe, paciencia, esperanza y ser positivo no son solo palabras que dan aliento, son los fundamentos que construyen y pavimentan el camino de las personas que no tienen intención de rendirse hasta poder conseguir lo que buscan.
No hay edad, ni fecha de caducidad para seguir luchando. No hay límites o justificaciones. Solo tiempo, constancia y determinación. Pareciera ser palabras cliché, pero en verdad son la realidad y el testimonio de la vida personal de aquellas personas que nunca se dejaron caer aun cuando estaban en el suelo.
Ser positivo y optimista puede ayudar a no darse por vencido. Pero hay que tener cuidado de no quedarse solo con las buenas intenciones. Detrás de los sueños y aspiraciones tiene que haber un plan articulado el cual se repite día tras día con persistencia.
Establecer metas pequeñas metas y fácil de concretar motiva a poder levantarse cada mañana esperando dar un paso más y sentir que se está haciendo algo para conseguir lo deseado y previene la tentación de darse por vencido.
La flexibilidad es la consejera más sabia para recordar que las cosas no siempre salen cuando uno las planea, sobre todo cuando entran en juego terceras personas.
La Receta
Persistencia
INGREDIENTES
- Metas claras – fijar pequeños objetivos que sean alcanzables y relevantes a lo deseado.
- Determinación – esfuerzo a las pequeñas acciones que conducen a seguir intentando
- Tolerancia – reconocer la frustración y decepción resistir con sabiduría y aprender a mejorar
- Perspectiva – reconocer los pequeños logros y retos vivir con gratitud y realismo
- Flexibilidad y creatividad – curiosidad para intentar otras posibilidades y repasar el plan
AFIRMACIÓN PERSONAL PARA NO DARSE POR VENCIDO
Mis sueños son realizables, aunque algunos días parezcan imposibles. La vida me puede sorprender, pero no me va a despojar de mi esfuerzo y mis deseos para lograr lo que me propongo. Tengo fe y esperanza que las cosas eventualmente se van a dar. Puedo resistir y adaptarse a los contratiempos porque sé a dónde quiero llegar. Cada día es una nueva oportunidad y mientras tenga vida, voy a volver a intentar para poder triunfar. Puedo esperar a que las cosas se den porque mi tiempo también va a llegar.
CÓMO NO DARSE POR VENCIDO:
- Ser flexible, repensar y ajustar los planes para adaptarse a la nueva realidad. Es natural sentir un poco de desesperanza, derrota, tristeza o enojo cuando las cosas no salen como uno espera la realidad es imprescindible.
- Aprender del dolor y la frustración sin perpetuar su sentir. Estar enfocado en salir adelante, progresar y recordar que el dolor y la frustración son el camino al éxito. No hay opción ni justificación que detengan el camino.
- Persistir y soltar lo que no está funcionando es la actitud para triunfar. No se trata de insistir, cuando las cosas no se dan, mejor hay que cambiar el plan y recordar que antes de rendirse hay que volver a intentarlo una y mil veces más.
Nunca hay que dejar de creer en uno mismo, esta fuerza que sostiene los sueños y nutre la persistencia. *Prohibida su reproducción total o parcial sin el permiso escrito del editor y sin citar la fuente. Copyright © 2005-2021 Recetas para la vida© Todos los Derechos Reservados
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