Es necesario saber tomar decisiones. Hay que reconocer que no todas son “tan importantes” como se sienten en el momento.
Becky Krinsky – Life coach, fundadora de recetasparalavida.com
Hay decisiones claves que pueden cambiar el rumbo de la vida, así como hay decisiones que aunque no son situaciones límites, pueden mejorar y facilitar el camino para que ciertas oportunidades se den o no.
Al elegir, indefectiblemente abandonamos otra cosa. Pues no siempre podemos acaparar las dos opciones a la vez.
Cuando se habla de decisiones importantes generalmente se alude a las cuestiones que tienen que ver directamente con las acciones que pueden mejorar, cambiar o implicar la calidad de vida personal.
Estas decisiones afectan directamente a la persona y tienen un gran peso, por lo que se sienten como decisiones difíciles, las cuales pueden crear ansiedad, miedo o estrés, a pesar de que lo único que se esté buscando es mejorar la calidad de vida personal.
Una forma práctica para controlar el sentimiento que provoca incomodidad al tomar decisiones sería definir y concretar específicamente qué es lo que se quiere cambiar o mejorar.
Hay 4 pilares forman parte integral de la vida que son básicos para mejorar la calidad de vida.
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Mente – pensamientos, educación, trabajo
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Cuerpo – salud física, alimentación, descanso
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Alma – conexión emocional y espiritual
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Relaciones – con el mundo y con los demás.
Probablemente la parte más fácil de la toma de decisiones puede ser tomar la decisión. La cuestión difícil e importante es cómo lograrla y mantenerla. En general las personas son con el fin de sentirse y vivir mejor.
Para lograr que las decisiones se logren efectivamente hay un proceso práctico y útil que se puede utilizar para conseguir transformar las decisiones en acciones y en logros permanentes.
3 pasos para transformar las decisiones en acciones:
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Compromiso mental
Asegurarse de que uno tiene la disposición y la determinación necesaria para hacer lo que sea necesario para establecer los cambios esperados. Tener una mente clara constituye la fundación para establecer e implementar los cambios deseados.
Una mente sana permite establecer metas realistas y alcanzables y conduce a tener actitudes congruentes para lograr con éxito el bienestar que uno se ha propuesto.
Una actitud positiva sería otro elemento necesario que complementa y fortalece el compromiso mental que se requiere para vivir mejor.
¿Cómo lograr un óptimo compromiso mental?
Para estar sano mentalmente hay que actuar sanamente, como se dice: “Mente sana en cuerpo sano” El estado mental es el factor más importante para lograr que todas las decisiones se logren.
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Ser una persona activa -Caminar, limpieza personal y del lugar donde vive.
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Meditar – Limpiar la mente de pensamientos negativos y tóxicos.
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Limitar las redes sociales y el uso de electrónicos – Hay que calmar la mente y bajar la estimulación exagerada que entorpece la paz mental.
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Fomentar las conexiones personales -Tener pláticas con familiares y amigos. Sentir el calor humano.
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Descansar – Dormir de 6 -8 horas diarias para que el cuerpo se restablezca y pueda funcionar mejor.
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Pedir ayuda. Si el estado mental no se encuentra en una situación estable es importante saber pedir ayuda profesional, ya sea médicos, psicólogos, coaches etc porque muchas veces es imposible salir de una situación difícil solo.
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Determinación y acción
Una vez que se tiene un objetivo hay que establecer un plan de acción, que sea lógico, realista y que sea una camino seguro el cual uno pueda seguir con confianza con el fin de que todos los pasos que se hagan se puedan disfrutar y valorar.
Para que la acción sea una forma natural y orgánica de actuar se requiere:
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Resistencia y fortaleza -Aguante tanto físico como mental para poder resistir las tentaciones, los malos hábitos que hay que vencer y los posibles sabotajes y obstáculos que hay que vencer en el camino.
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Balance. Reconocer que hay que tomar en cuenta todos los aspectos que integran a la persona para que cooperen y hacer los cambios paulatinamente y orcestradamente.No se hace todo de un jalon.
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Flexibilidad. Aceptar que hay cambios y situaciones inesperadas las cuales pueden afectar y sorprendentemente en ocasiones de forma positiva. Pero al estar abiertos y permitir que estos fluyan, la posibilidad de éxito se vuelve mayor.
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Alma para el éxito
Para cerrar exitosamente este proceso es importante poder enlazar con armonía la mente, el cuerpo y el alma. Es decir lo que corresponde a los factores mentales y las acciones conectándose con la parte más profunda e íntima de cada quien. Lo que podemos describir como el alma.
Al poder validar y entender por qué se quiere lograr estas decisiones uno puede escuchar la voz interna y reconocer sus sentimientos con el fin de despertar el apetito y la fuerza que se requiere para que uno logre con éxito aquello que se ha propuesto.
La salud espiritual es tan importante como la salud física y la salud mental, esto no se refiere a tener una religión en especial sino a conocer y cuidar al alma para estar en paz con uno mismo.
El impacto que se logra cuando uno reconoce que la gratitud y la felicidad no son solo buenas acciones sino son factores que ayudan a que la vida tenga mejor calidad entonces uno puede trabajar en desarrollar un espíritu sano.
Factores que se requieren para lograr la paz espiritual:
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Cuidar la felicidad y la satisfacción personal.
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Nutrir el amor propio.
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Vivir con conciencia plena de sí mismo.
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Leer y creer en las afirmaciones personales.
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Sentir conexión con uno mismo y con el universo incluyendo a las personas queridas y cercanas.
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Vivir en paz y armonía evitando las discusiones innecesarias o las luchas de poder.
Todo alimento para el alma es un nutriente importante para el cuerpo y la mente, cuando se tiene baleados estos tres aspectos las decisiones que se buscan se convierten en acciones alcanzables, la persona se siente bien consigo misma y lo mejor es que la vida se convierte placentera y muy satisfactoria.
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