Siento que soy una mujer con muchas capacidades y tengo muchos conocimientos, pero no se por que no puedo terminar lo que empiezo, ni mantener mi emoción. Desde hace 5 años hacia acá me he vuelto negativa, me siento cansada a pesar de tener una vida bastante bendecida. Mi problema siento que no doy todo de mí; soy una mujer rencorosa, no he podido perdonar totalmente a alguien que siento que lastimó mi corazón. ¡Me siento incomoda estando con personas y también sin ellas!
CUIDADO.
Cuando pasamos tiempo tratando de dar explicaciones de lo que hacemos, lo que sentimos y lo que quisiéramos… lo único que nos pasa es que se nos va la vida tratando de entender lo que no entendemos y nos llenamos de justificaciones para no terminar lo que debemos de hacer.
Creo que hay que vivir en un mundo de acciones y de metas concretas. Hay que tener determinación y compromiso para terminar lo que nos proponemos sin darnos oportunidad a perder el enfoque.
No hay que pensar tanto en el ¿por qué? es mejor actuar en el “como hacer” lo que tenemos que hacer para sentirnos mejor y nutrir la sensación de satisfacción.
Cada vez que terminas un proyecto, por más pequeño que sea es un logro, una meta cumplida es un triunfo que fortalece a tu alma. Entre más metas logres, mayor es tu enfoque y por lo tanto tu autoestima se fortalece, dando menos lugar para justificaciones que te limitan y te torturan.
La motivación se nutre con la acción y las acciones fortalecen a las decisiones.
Lo mismo sucede con el rencor y el resentimiento, cuando cargas el rencor por lo que alguien te hizo y no lo quieres soltar, recuerda que la única persona que está cargando con ese sufrimiento eres tú y por lo tanto… te lastimas y te cargas de miseria como resultado… pierdes tu energía positiva necesaria para sentirte bien contigo misma.
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