Amar y ser amado es esencial para todo ser humano. Una relación saludable beneficia el bienestar emocional y la salud mental. Un amor torcido afecta negativamente la autoestima y calidad de vida de las personas que se anclan en este tipo de relación.
Es difícil distinguir entre un amor sano y uno torcido, ya que ambos pertenecen al núcleo de pasiones y sentimientos. Todos anhelamos sentirnos queridos, aunque a veces nos conformemos con sentirnos necesitados o importantes.
Un amor chueco es aquel que tolera el maltrato, la falta de límites, la indiferencia y las peleas, siempre y cuando uno se sienta querido o, al menos, necesario. Estas relaciones frágiles son fácilmente rompibles y se encuentran condicionadas por imposiciones de uno o ambos integrantes.
Los amores chuecos pueden convertirse en amores tormentosos que aluden al sufrimiento y a la desaprobación continua, justificando sus acciones en el nombre del amor y del supuesto beneficio del otro.
Un amor torcido es aquel que culpa al otro por todo lo que está mal en la relación e incluso por los problemas que pueda enfrentar esta persona, despojando toda responsabilidad por sus elecciones y sus consecuencias.
Los amores chuecos proyectan en el otro lo que no les gusta de sí mismos, por lo que se les facilita lastimarlos y al mismo tiempo les impide soltarlos. Por otro lado, un amor torcido crea dependencia y una sensación de completitud a través del otro.
Estas relaciones suelen tener estándares dobles y exigencias difíciles de cumplir. Los errores propios se minimizan, mientras que los del otro se magnifican y castigan severamente.
Los amores torcidos insisten en cambiar al otro para salvar la relación, creyendo que el amor debería ser suficientemente valioso como para provocar dicha transformación.
La principal diferencia entre estos amores radica en que los amores chuecos viven del recuerdo y hacen de la nostalgia y la melancolía un escudo protector que les impide que puedan sanar y superar su sufrimiento por lo que es imposible crear, fluir y vivir feliz, mientras que los amores sanos resuelven sus conflictos, aceptan el pasado, y pueden tener una vida armoniosa, equilibrada y sobretodo plena.
A simple vista, los amores chuecos parecen divertidos, intensos, excitantes y apasionados; sin embargo, las emociones sufren un vaivén continuo, lo que desequilibra a la persona y la hace sufrir constantemente.
Quizá los amores sanos son más tranquilos y estables; tal vez no tengan los arrebatos propios de una relación más pasional. Seguramente hay que cuidarlos y nutrirlos con más conciencia, lo que requiere un trabajo intencionado y dedicado. Sin embargo, tener una relación sana y vivir en amor pleno, seguro y equilibrado, marca una gran diferencia en la calidad de vida de las personas.
Receta
Amores Sanos
- Aceptación y Respeto: Reconocer y celebrar nuestras diferencias.
- Límites claros: Establecer qué es tolerable y qué no.
- Comunicación efectiva: Escuchar sin juzgar ni imponer.
- Libertad: Elegir sin culpa ni justificaciones.
- Confianza: Creer en el cuidado mutuo y en la ausencia de maltrato.
Afirmación personal para amar sanamente
Me amo y te amo tal como somos. Respeto nuestras diferencias y celebrar nuestra individualidad. Busco el respeto mutuo y nutro nuestra comunicación. Camino a tu lado, pero somos seres independientes. Puedo sentir tu amor incondicional, tu sinceridad y tu lealtad hacia mi y con nuestro compromiso. No deseo poseerte, cambiarte ni componerte y tampoco pretendo ser tu posesión. Busco el respeto mutuo. Nutro nuestra comunicación y soy capaz de crear un espacio seguro para que ambos nos podamos expresar sin miedo El amor sano nos deja ser nosotros mismos y crecer juntos con libertad de cada quien ser uno mismo y tener la lealtad necesaria para vivir con confianza y plenitud.
¿Cómo se ve un amor sano?
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Un amor sano reconoce y celebra las diferencias entre las personas. Cuando alguien comprende que no necesita de nadie ni de nada para ser amado, puede apreciar y aceptar las particularidades de los demás, viviendo en paz y armonía con ellas.
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Un amor sano nutre y mejora la calidad de vida, fortaleciendo el carácter personal. Vivir en armonía permite el desarrollo de la creatividad, el aprovechamiento de nuestras potencialidades y nos permite vivir en gratitud, elementos esenciales para alcanzar la felicidad.
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Un amor sano sabe establecer y respetar límites. Saber cuándo, cómo y dónde decir sí o no son ingredientes fundamentales para mantener una relación saludable, capaz de sostenerse incluso en los momentos más difíciles.
“En un amor sano, cada diferencia es una oportunidad para crecer juntos y fortalecer nuestro vínculo con el otro.”*Prohibida su reproducción total o parcial sin el permiso escrito del editor y sin citar la fuente. Copyright © 2005-2024 Recetas para la vida© Todos los Derechos Reservados
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